¿de dónde viene montessori?

Convencida de que la educación se vería beneficiada por un enfoque científico, a inicios del siglo XX María Montessori desarrolló un método a partir de numerosas observaciones e hipótesis que realizó con niños de poblaciones desfavorecidas que padecían marginación, abandono o retraso mental. Conjuntó sus conocimientos en medicina y su gusto por la pedagogía para preparar un ambiente limpio, ordenado, con materiales que favorecieran la exploración y el trabajo, y un adulto que observara sin intervenir.

Halló que, en medio del contexto en el que vivían estos niños, manifestaron una transformación increíble: empezaron a comunicarse, a explorar, a socializar, e incluso a leer y escribir sin que el adulto pusiera presión en ellos. Este hecho despertó el interés de más científicos de la época y en 1909 María Montessori publicó su primer libro, ll metodo della pedagogia scientifica applicato all’educazione infantile nelle case dei bambini (El método de la pedagogía científica, aplicado a la educación de la infancia en la Casa de los Niños), donde relata esta experiencia y sus conclusiones.

Su trabajó continuó hasta perfeccionarse y es así como, mediante el acercamiento a lecciones, materiales y la interacción constante, este método permite a los niños trabajar un sinnúmero de habilidades prácticas, sociales y del pensamiento a fin de volverse agentes activos en su comunidad desde muy temprana edad; en Montessori los niños toman decisiones, se responsabilizan de sus acciones, cuidan sus pertenencias, cooperan con el orden del ambiente, ayudan a otros, lavan mesas, preparan sus alimentos, descubren el mundo a su ritmo, y mucho más.

¿por qué es distinta a otras propuestas pedagógicas?

Desde que uno entra a un ambiente Montessori, percibe un entorno de aprendizaje particular y muy diferente a lo que se haya visto antes; éste se distingue por varios elementos. Primero, los materiales cuidadosamente acomodados en estantes a la altura de los niños, mesas y sillas que permiten el trabajo individual o colaborativo; también, niños trabajando de forma independiente y concentrados en lo suyo, un adulto que observa sin interferir y un clima de mucho respeto al trabajo del otro y el entorno.

El método Montessori, al igual que otras propuestas pedagógicas, fomenta las áreas cognitiva, emocional, social y física. Sin embargo, en nuestros ambientes, la educación es dirigida por los mismos estudiantes quienes marcan el ritmo de lo que quieren aprender, llevados por su curiosidad y las habilidades que quieren explorar. Desde luego, no están solos; su educación es enriquecida por guías que conocen el método, los materiales y los procesos de desarrollo que se gestan dentro de cada niño para hacer un seguimiento individualizado de su aprendizaje.